Hemos cogido la imagen imposible que previamente habíamos hecho.
Hemos abierto la aplicación GIMP.
Seguidamente retocamos el color seleccionando una parte del cuadrado
con la herramienta llamado capturador de colores. Después con la herramienta
de selección continua, después ponemos el color en el fondo, luego hemos
recortado el fondo.
Cuando ya tenemos eso acabado tenemos que abrir ocho copias de la capa (sin cortar con la que ya teníamos), en cada capa hemos cambiado los colores de cada cuadrado con
tres colores diferentes, lo hemos guardado como un GIMP y le damos una velocidad
de 120 milisegundos.